martes, 10 de noviembre de 2009

Hakata ningyō. HAKATA DOLL.


Bueno vamos con la entrada de esta semana ya va hacer una año, si un año que ha pasado muy rápido, el tiempo vuela. Hoy hace justo un año,que nosotros éramos los que volábamos en dirección a Japón.

¡¡Pero la de cosas que han sucedido desde entonces!!, jamás en un solo año me había pasado tantas cosas juntas, buenas y no tan buenas...por desgracia.

De las buenas merece la pena hablar y de las malas, mejor siempre olvidar… así que hoy quiero presentar en está entrada una cosilla. Es una figura representativa de mí viaje allá en el noviembre pasado por tierras niponas.

Que tiene una historia fantástica. La compré el primer día que llegué a Tokyo, en el templo de Sensō-ji 金龍山浅草寺 Kinryū-zan Sensō-ji. El templo que me está dando mucho juego, pues han pasado muchas cosas y muchas de ellas, se relaciona con la vivencia de estar en ese templo unas escasas horas.

Entramos al templo por detrás, no es muy lógico, pero le resultaría más fácil aparcar al autobús. O sea que la visita la hicimos de atrás hacia delante y vuelta otra ver atrás. Así pudimos ver una serie de cosas, que quizás en un itinerario normal no nos hubiésemos percatado.

Yo estaba ansioso, por comprar detalles, unas cosas, pero que fuesen especiales, muy típicas y características de Japón. Por lo cual y a sabiendas, ya conocía la calle principal (Nakamise-dori), del templo llena de puestos y tiendecillas donde se venden muchas cosas, de las que iba buscando. Hay un total de 89 tiendas en 250 metros, vamos que esta abarrotado de gente.


Lo primero que hay muchísimo donde escoger y muy poco tiempo para verlo todo, lo segundo los precios. Bastante carillo todo, y para colmo la guía diciendo…¡¡luego iremos a un bazar donde hay de todo y es más barato!!. Como es evidente te frena a comprar, pero yo ya tenía en mí cabeza que de allí quería comprar un Kakemono, una estatuilla de samurái, unas postales del Japón antiguo, una muñeca geisha, una muñeca japonesa y tantas otras cosas, que evidentemente al final conseguí.


De Rusia y de Shito Ryu...la mitad de los visitantes eramos karatekas.

Andaba yo mirando los puestos muy distraído, como era normal después de tanto templo, pagoda, estatuas budistas, ya estás un poco mareado (pues la verdad que impresiona). Sabía que iba ser el único día que vendríamos, por lo cual lo que te dejes de ver o sin comprar, ya no lo consigues. Por lo cual decidí aprovechar, y compre varias cosas. Pero hoy solamente le toca a una de esas cosas, esta una figura de cerámica.

Los puestos, uno con otro, puede haber cincuenta, como cien, pierdes la cuenta (dicen que hay 89, pero el número sagrado es el 88, doble infinito). En principio quería verlo todo, gracias a que están bien colocados, o muy ordenados. Los había de ropa, de comida, comida chucherías especial niños, de dulces de arroz (carísimos), de figuras, de artesanía, de suvenires, de cuchillos, espadas y tijeras, etc. yo ya no sabía ni para donde mirar.

En esas que mi compañero de viaje mi tocayo Antonio Moreno me llamó, ¡¡Antonio ven!!...entre en el puesto y había una gran cantidad de figuras de samuráis. De varios tamaños, las que estaban asequibles de precio eran como de juguete, pero carísimas para los “ñajas” que eran (vamos mi perdición), comencé a fijarme en el estante superior donde había figuras de porcelana y entre ellas está me gustó. Especialmente por su pose y su color de "cerámica sin brillo" (eso me llamó la atención), estas eran más caras que las del estante inferior.


Sin tener ni idea de todo la historia de tan singular figura, la Hakata Ningyō. Me gusto, pues ya había visto “esa pose” en las figuras japonesas, también me gusto el color de la cerámica. El precio un poco alto, pero ahora el precio me parece ridículo, después de lo que he sabido de esta figura y que contiene esta bonita historia.

Compré varias cosas más en ese mismo puesto, en aquel momento lo más caro fue una muñeca japonesa (con pelo autentico), pues fue el que más me gusto y ya la tenía en mi lista de regalos para mi hija pequeña. Además recuerdo que allí tratando con el “dependiente” que no tenía ni papa de español, y yo, ni papa de japonés. Nos entendíamos de maravilla, y su mujer me guardaba las cosas liándolas una a una con lentitud y especial esmero, pero muy, que muy despacio, lo recuerdo pues yo tenía prisa por seguir viendo cosas y solamente disponiamos de una hora para ver las tiendas. A la vez pensé, esta mujer sabe que estos artículos van hacer un largo viaje y por eso los lían con tanto tesón y minuciosidad.

Estaban unas mujeres hablando español por fuera..,¡¡toma ya españolas!!. (Concretamente de Teruel) y les recomendé a que pasaran dentro, que lo más bonito estaba dentro. Mi compañero me recriminaba por comprar tantas cosas, que queda muchos días… me decía Antonio.


Ahora sabiendo la singular historia de esta figura, he pensado en contarla en el blog. La tengo junto a tantas otras, cachivaches que dice mi mujer. Pero en un lugar señalado en el centro de todos esos “cachivaches”.


La figura la llaman HAKATA DOLL, que dice mi hija en ingles es “muñeco de Hakata”. Al comprarla va en una caja de cartón, con cuatro cosillas, la figura, una lanza, una tablilla de madera y un papel que hace referencia a la estatuilla y habla un poco de ella.


En ese “papel” cuenta un poco el origen de este arte ceramista, que proviene de la ciudad de Hakata era un pueblo en la región de Toyo 東予地方 Tōyo-chihō en la isla de Kyushu y la prefectura de Ehime.

Decir estos datos es como decir que soy de la “Nación del Bonillo”, para aquellos que no son de Albacete. Pues eso una ciudad que no conoce nadie más que los japoneses, el caso es que este fue el pueblo donde se librase singular batalla a las tropas mongolas de Kublai Kahn, allí donde los tifones derrotaron a la armada de 10.000 navíos chinos y coreanos y se inventase lo de la palabra Kamikaze (viento divino).

Pero por lo visto hubo también una invasión cultural, de China a Corea y de Corea a HAKATA. La de las figuras de cerámica, las cuales llamaron “muñecas” de ofrenda.

Estas se comenzaron hacer exclusivamente siguiendo las tradiciones chinas de ofrendas a los templos, se dice que el año 800. Se comenzaron haciendo figuras casi a tamaño real y vistiéndolas con sus telas clásicas de sedas (Kimonos), aún hoy se ven algunas en carrozas durante los matsuris (festivales).

Existen otras versiones, pero que son mucho menos románticas y es un claro afán de intentar meter en la historia, viejas leyendas…en la historia de Japón, alrededor de 1608, cuando se construyó el castillo de Fukuoka. Soshichi Masaki, uno de los artesanos que participan en la fabricación de tejas para el castillo, con la arcilla sobrante y mientras se cocían las tejas, se entretuvo en hacer muñecas de cerámica como un hobby, y llegó a desarrollar esa habilidad haciendo un muñeco de Hakata arquetipo del señor del castillo…

La ciudad de las muñecas se nombra como Hakata, pero si miramos en todo el Japón no existe ninguna ciudad con este nombre, si no, Fukuoka. Hakata fue un nombre antiguo de un pueblo donde hoy se encuentra una de las ciudades más jóvenes de Japón en cuanto a la población se dice, su media es de 28 y 30 años. Cuando Japón está desde hace años en un letargo en el crecimiento natal, en Fukuoka sobre pasa el doble de nacimientos.

Cuenta la historia que un caudillo japonés allá por el 1600, llamado Nagamasa Kuroda, llamó a esta zona Fukuoka Hakata, en homenaje a la tierra de sus antepasados originarios de Bizen Fukuoka (ahora se llama Okayama). Hasta aquel entonces una parte de la ciudad concretamente desde el río Naka a la zona oriental de la ciudad, una zona que está al oeste de Fukuoka actualmente.

Se sabe que hubo una votación para la elección del nombre de la ciudad, uno el orgulloso nombre casi impuesto por los samuráis y otro el de toda la vida, que daba nombre al puerto más activo en aquel entonces en Japón y distrito comercial. La votación hecha por unos representantes quedaría en un empate a trece (13-13), nuevamente y en dichos, se cree que el presidente un samurái, rompió su parcialidad y voto por el nombre de Fukuoka.

Cuando llegó el ferrocarril a Fukuoka en año 1890, los habitantes de Fukuoka votaron por poner el nombre a a la estación de Hakata. Ahora mucha gente cuando llega a Fukuoka lee HAKATA, y muchos aún creen que es una ciudad que verdaderamente existe.

Bueno ya con todos estos datos decir que de Fukuoka ciudad de artesanos y comerciantes, lo más famoso son sus tejidos y su cerámica.

Paso a presentar unas cosillas...el escrito del muñeco de HAKATA.

Desde Hakama está muy cerca de la península de Corea en China, que tiene un tremendo impacto de la cultura de Asia oriental desde tiempos antiguos. Podemos ver esta influencia en la famosa artesanía local como Kakata-ori (Hakata tejidos) y Hatata Dolls.

Hemos tenido la costumbre de apreciar muñecas sin esmaltar para por lo menos en ochocientos (800) años.

Recientes investigaciones arqueológicas revelan que la apreciación muñeca comenzó en las ciudades chinas, de donde pasó a los templos y santuarios en Hataka y Kamakura en la época de Kamakura.

En 1600 (Azuchi / en la era Momoyama). Kuroda Nagamasa, un señor influyente, se trasladó a la provincia de Chikuzen (Hakata y sus alrededores). En el momento de su movimiento a Chikuzen, muchos artesanos se les pidió que se reúnen en Hataka para construir la ciudad. Esto condujo a la fundación de nuestra artesanía tradicional y las artes.

En cuanto a la muñeca sin esmaltar en la era Edo, los mejores y más excelentes artesanos como Nakanoko Kichibei, Nasaki Sousichi (el fundador de Sou-Hichi Yaki) anda Shirouzo Buhei y lo mismo hizo un buen trabajo y la industria Hataka Doll goza de la popularidad.

Las muñecas se venden en muchos lugares en el oeste de Japón.

En la era Meiji, las muñecas de Hataka fueron exhibidos en las exposiciones Internacionales en París y en otros países y tiene la reputación de más alta calidad como muñecas de cerámica. Más tarde, la muñeca es conocida como "Muñeca de Hakata" y tratados como una de las culturas representante del Japón. Las Muñecas Hataka también se exportan a países de ultramar ahora.

Ahora hay alrededor de cien (100) fabricantes de Hataka Dolls que hacen motivos tradicionales y creativas Muñecas Hakata.

Atención: al manejo cuando HAKATA DOLL. Cuando Muñecas Hakata se manejan directamente, son fácilmente rompibles. Por lo tanto, asegúrese de manejar las muñecas con un paño.












Esta marca es una tradmark (marca comercial) registradas en EE.UU.

Tenga cuidado con los productos similares.





















Hakata ningyō, significa en japonés, Nin (persona o humanos) Gyō (personaje, figura), junto Ningyō (forma humana), por eso el termino para muñeca/o se usa Ningyō. Hakata es el lugar de origen y como ya hemos leído “los muñecos de Hakata”.

Bueno tras regalar aquella figura al Daimyo Nagamasa Kuroda, Kuroda se sintió tan alagado y vio en ella una gran calidad que nombraría a Masaki Soshichi maestro de la cerámica con el título de Goyoyakimono.

La familia Soshichi continuaría por generaciones haciendo estatuillas, para templos y santuarios ganándose la reputación y admiración de todos. En su cuarta generación el primogénito de la familia, heredero de la tradición, se dio a la bebida y mostró gran apatía por el negocio familiar. El padre decidió dar sus secretos y la tradición a su hija, la cual mantuvo las ganas de mantener la reputación de la familia como maestros artesanos. Por desgracia cuando tuvo que pasar a su hijo los secretos familiares, éste también se dio al alcoholismo, terminando de forma abrupta la tradición en 1858.



Pero la fama de las muñecas había generado una pequeña industria y ya eran numerosas las familias de Hakata que se dedicaban a la fabricación de muñecas, muñecos y demás figuras de cerámica.


La fabricación y el tratado de la arcilla, es un secreto muy bien guardado. La forma y manera de construir las muñecas, es muy sencillo. Luego hay dos formas de presentar el muñeco, vestido con telas verdaderas o solamente pintadas. Como podemos suponer el precio varía sustancialmente.



La aparición de esta muñeca comercialmente se dice que fue en 1890 en una exposición industrial nacional. En la exposición mundial celebrada en Paris (Francia), en 1900 (hay quien dice que fue en 1925, pero en ese año un hubo exposición mundial en Paris). Dos maestros artesanos Kihei Harada y Yoichi Oayu, fueron galardonados con el premio de plata por las figuras de Hakata. Este premio dio fama mundial a los muñecos Hatata Dolls. Esas muñecas hoy se encuentran en el museo de investigación general de la universidad de Tokyo.


Para que la gente siga confiando en la autenticidad de estas figuras y de su verdadero origen, se creó una asociación de fabricantes de Hakata, donde las figuras autenticas deben de llevar una pegatina con su nombre de fabricante y un documento adjunto que certifique su identidad.



Ya para terminar este largo apartado, la figura también tiene una historia.


Representa a un Samurái, como es evidente. El cual porta “una lanza” en la mano derecha y una enorme taza de sake en la izquierda.

Cuenta la historia que el señor Daimyo Nagamasa Kuroda de Fukuoka, mantenía una estrecha amistad con el señor Daimyo Fukushima Masanori 福島正則 de Hirosima, ambos eran generales de Toyotomi Hideyoshi y que peleó en la batalla de Shizugatake en 1583, siéndole concedida una de las “siete lanzas de Shizugatake”.

Por lo visto grandes amigos y grandiosos guerreros, como amigos los dos Daimyos se solían juntar y beber, la fama de bebedores les precedía, en un de esas grandes borracheras riñeron y se dijeron coas muy graves entre ellos. Así que Nagamasa Kuroda, decidió dar un paso adelante y regarle a su antiguo amigo un casco con cuernos de búfalo. Fukushima Masanori decidió regalar entonces su casco legendario, el “Ichi-no-Tani”, el cual guardaba como su más preciado tesoro.

Tras estos primeros regalos, se dicen intercambiaron más. En uno de estos sería enviado un joven guerrero llamado Mori Tahei, uno de los veinticinco caballeros más prestigiosos de Kuroda y del grupo llamado “los ocho tigres de Kuroda”, un joven pero ya afamado samurái.

El daimio dio una orden al joven samurái: “Tú no debes de beber ni una gota de sake en el castillo del señor Fukushima Masanori, ni aunque el propio Fukushima Masanori te lo ofrezca en persona”.

El joven Mori Tahei viajó con sus presentes al castillo del señor Fukushima el cual estaba casualmente bebiendo sake, con su lanza colgada en la espalda. Lanza que le había sido dada por el mismísimo emperador Ôgimachi al shogun Ashikaga Yoshimasa, que la perdería contra Oda Nobunaga y más tarde caería en manos de su amigo y fiel general Toyotomi Hideyoshi, por su heroísmo y las hazañas en la batalla contra el clan Hôjyo en el año 1590, Toyotomi Hideyoshi prometió a Fukushima Masanori premiarle con un gran territorio, mientras tanto y hasta que Hideyoshi decidiese que territorio le concedía y como señal, depositó una lanza de antigüedad y magnifica hechura para que la tuviese como “señal de su promesa contraída”.

El señor Fukushima Masanori, recibió los presentes de su amigo el Daimyo Nagamasa Kuroda de Fukuoka, traídos por el joven samurái Tahei.

Muy agradecido Fukushima Masanori decidió premiar con un trago de sake a Tahei, el cual en esas circunstancias opto por decir lo que le había mandado su señor, no beber.
“Yo tengo que ser un leal samurái a mi señor que me ordenó a no beber ni una gota de sake en vuestro castillo".

A lo que el señor del castillo insistió diciendo: " Tú no debes ser descortés conmigo. ¿Los samuráis de tu dominio son tan cobardes y tienen miedo a un vasito de sake?. Yo no me lo podía imaginaba. Que los samuráis de Kuroda no sean tan cobardes es cumplir una mayor lealtad con tu señor.

A pesar de su insistencia el joven Tahei continuó negándose a tomar ni un solo trago a pesar de los insultos recibidos.

Fukushima Masanori ya algo bebido y bastante contrariado le dijo a Tahei. " Te voy a hacer una buena propuesta. Si tú bebes tres grandes tazones de sake de un trago, yo te regalaré cualquier objeto de los que tengo”.

Mori Tahei respondió: " Yo quería ser fiel a la orden de mi señor. Y a la vez quería demostrar, al mismo tiempo, como somos nosotros los samuráis de Kuroda. Voy a beber esos tres vasos de sake de un trago...
¿De verdad yo podría quedarme realmente con cualquier artículo que vuecencia tiene, si yo me bebo los tres tazones enormes de sake ?.


Masanori respondió; "Yo te lo he prometido. El samurái no puede tener jamás una segunda palabra".

Mori Tahei bebió tres enormes vasos de sake y dijo apuntando la lanza: " Señor, yo me voy a quedar con la lanza que vuecencia tiene a vuestras espaldas.
"Tahei regresó a Fukuoka con esa lanza”.


Fukushima Masanori, cuando se le paso tan extraordinaria borrachera, pidió a Tahei que le devolviese la lanza. Tahei no hizo caso de su solicitud.

Esa lanza ahora se encuentra depositada en el Museo de la Ciudad de Fukuoka. Es una lanza con poco más de tres metros de largo. No lleva la inscripción del nombre del maestro armero que la hizo, pero es una magnífica lanza con el dibujo del dragón que se ciñe a la espalda.


" NIHON-GÔ "
" La mejor lanza en el país del sol naciente "  que obtuvo el auténtico samurai de Kuroda con el nombre de Mori Tahei .
El dragón que ciñe la espada grabado en la hoja.




Mori Tahei se admira en una canción folclórica local " Kuroda Bushi " que es conocida bien en todo el Japón. Mori Tahei es conocido como un samurái que " tragó la mejor lanza de Japón".



Es por eso que el samurái " Kuroda Bushi " con una lanza y un tazón de sake es el motivo más popular de los artistas de las muñecas de " Hakata ".


Además he buscado la canción la cual se puede escuchar en;
黒田節-Kuroda busi



http://www.youtube.com/watch?v=TflcFY8VXTU&feature=related



Kuroda Bushi de Wikipedia...

Es genial un samurái cantando su historia, medio borrachin…me ha hecho mucha gracia también ver en Wikipedia hay una figura idéntica a la mía. Luego las historias, narran a borrachos, el sake y hablan de un "par" de lanzas que entremetidas en historias y leyendas dan mucho juego. Es una larga historia pero a la vez bonita y muy entretenida.

Antonio Milla Jiménez. Albacete 10 de noviembre del 2009.