sábado, 28 de febrero de 2009

Las chicas japonesas.


Templo de Asakusa, Sensoji.
Ya está bien de tanta cultura y hoy vamos con el mundanal de la vida japonesa. Está entrada para relajarme un poco…que voy algo estresado últimamente. Hay que esparcidse de vez en cuando con otras cosas. Por ello de las cosas guapas de Japón, hoy una novedad.

Cuando comencé a idear el viaje a Japón, se me paso por la cabeza más de una vez como serán esas chicas de “All Japan”. Pero no pensando mal, si no, en su forma de ser y de estar. Mira tú por donde mi hija, realizaba un estudio de las tribus urbanas y la dedico a las chicas. Con ellos creía que yo aprendía algo…Gran error. La gran cantidad de tribus urbanas, las mujeres en Japón marcan tendencia.

La mujer japonesa de caracteriza por ser muy introvertida, si no le dices nada. Ni te miran, van un poco a su aire. Ahora cuando te diriges a ellas, son SUPER amables.

Estas no habían visto nunca una "fondue", y yo les enseñe como había que hacerlo, luego les pedí una foto que ha salido borrosa (los compis han fastidiado casi todas las fotos en las que yo salgo), solamente me han salido las que he hacia Valentín (gracias a dios).

Las mayores, siempre te reciben con una sonrisa y tengo anécdotas para rato, pues yo me dirigía a ellas como si me entendiesen o comprendiesen (no se como) y siempre nos entendimos. Una foto…¿Cuánto vale?, ¿Qué es esto?, ¡¡cámbieme más yens!!...por no decir que donde fuese te podías sorprender. Son tantas las circunstancias que me extrañe hasta yo mismo.

Las de media edad, eran las únicas que venían y nos preguntaban cosas (mayormente en ingles) ¿de donde sois?, ¿Qué hacéis aquí?, etc. Pero tampoco ramos muy duchos en ingles. Duraban poco, o muy poco las conversaciones…También hay que ver donde nos relacionábamos (curiosamente casi siempre de comida o cena).

Estación del metro Shinjuku.
Las jóvenes, no estaban tan resueltas a hacerse la foto, echar unas risas e insistiendo, ninguna se opuso a hacerse una foto. En las noches, era habitual ver grupos enteros que se unían a nosotros para hacerse la foto, daba igual ellas y ellos se unían sin que les dijésemos nada (otras si).

Ahora el tema, durante todo el viaje no vi a una mujer nº 10 japonesa. Si muy guapas, elegantes (a su modo, pues combinan la moda como les place), y me resulto muy chocante y hasta preocupante. Todas con las piernas torcidas, cuando llevaban excesivo tacón se evidenciaban más, con lo cual nos quedábamos un poco asustadillos.

Otra cosa no pude ver ninguna gorda, ni una, todas eran delgadas. La piel como el tópico de amarillas, ni hablar casi más blancas que las españolas. Se cuidan mucho la cara y los cosméticos son de colores claros, los hay hasta amarillos…para más retintín.

Su anatomía exige un estudio, evidentemente son algo bajitas (en comparación claro con las europeas), delgadas y son muy “chip” según barrios. En Shinjuku, Ginza y en Harajuku. Yo las más arregladas y de manera más europea sería en al calle Omote Sando Dori (si es que se escribe así), que tras pasar por la transitada Takeshista Dori era un primor…(Dori = calle) pues la de Takeshita, no se podía ni andar y mucho menos pararse a mirar tienda, era tirar unas fotos y el grupo se perdía. Era la calle de la diversidad, gente muy rara, gente de todo el mundo, gente y más gente.


Omote Sando (que es lo que apunte en mis notas), era en cambio tranquila con izakayas (bares que lugares…) y tiendas muy selectas (no tanto como en Ginza, aquí se podía comprar). Es cuando vi que en estas calles las mujeres iban mejor vestidas, más arregladas al estándar europeo y hasta se lo comente a la guía, que efectivamente me lo confirmo. ¡¡En este barrio hay gente de buen vivir!!, me contesto…

Comentando batallitas, mi buen amigo Miguel Santon, no hacia más que preguntar por las cosplay, que son las que van vestidas de “manga” y las gothic lolita, que van vestidas al estilo victoriano. Siempre hay alguna por allí, pero al ser día de curro había menos. Concretamente en el puente que una la calle Takashita a al templo sintoista de Meiji Jingu (más conocido como “templo meiji” y el cual no pude visitar por la culpa de está peña…). Retomando, conseguí ver a unas pocas de estas gentes o tribus.

Ya veréis en ocasiones es como si estuviésemos viviendo una película, de momento un tío, vestido no sabría definir su aspecto, con un perro que tampoco se definir, un pedazo de coche…éste hombre nos enseñó su “fiel compañero” y tras unas fotos se monto en su auto y adiós. ¿Sería un cantante?, ¿Un yakuza?, la verdad que tenía pinta de todo menos de oficinista.


A mí me encantaba hacerme fotos con mujeres con su típico Kimono, de lo que pude darme cuenta que es un acto formal y digamos oficial, como que venían de un templo o santuario. No van a así a comprar el pan... Por ello en los templos era muy fácil, por la calle sorprendía más verlas.

Da igual, sorpresas en el templo colegialas (que parecen mayores), yo para echar la edad no valgo, así que estas tampoco sabría si tienen 16 o 20 años. Ahora simpáticas un rato.

Daba igual ellas estaban siempre a su aire, y acercarse a un grupo de gaijines que para no alargar está entrada más viene a significar (algo así) como ustedes no son de nosotros. Si se acercaban era al ver un grupo grande, todos con las mismas “casacas rojas” y al acercase leían WORLD KARATE CHAMPIONSHIPS TOKYO –JAPAN 2008. En algunas ocasiones nos hacían fotos, pero allí eso es normal y más con los móviles, en muchas ocasiones se oían murmullos detrás nuestro ¡¡haaa, ká-ra-te!!, y como algunas se lo decían a otras, así como ¿Qué es eso de kárate?. En algunas ocasiones hasta se lo explicábamos…que hemos venido a un campeonato de kárate, jajajaja.

Nada una aventura continua que no dejó un segundo libre a la contemplación. Todo era expectante y nadie se quería perder nada…hoy era las chicas.

Templo de YASUKINI JINJA

Antonio Milla Jiménez, último sábado de febrero. 2009.