jueves, 19 de febrero de 2009

Experiencias de Japón, hoy el Omikuji.



Cuando regrese del viaje de Japón eran tantas las experiencias que hablarlas o intentar poner un guión a tanto, me resultaba difícil. Ya han paso días, semanas y meses, sigo sin poner orden a tantas cosas (además de no tener mucho tiempo).

De vez en cuando se ven cosas por Internet, de gente que parece ha sabido organizar mejor sus ideas. Es cuando pasas a replantearte si interesan o no esas vivencias.

Veo con asiduidad, que las visitas que hacen al blog, no siempre son de cosas del kárate, con lo cual quiero hacer una breve nota, a esto de las visitas.

Antes yo creía que el blog no lo visitaba nadie, pues nadie deja comentarios ni nada de nada. Así que puse un seguidor de entradas,, que curioso. Resulta que recibo unas quince o veinte visitas diarias y relecturas de varias entradas (pues hasta pensé en retirar algunas), en el blog hay un apartado FEEDJIT quedando registradas las visitas y lo que han venido buscando, lugares y países que no sabía yo me visitarían o que tuviesen relevancia. Así que ahora trato de contentar con mis entradas esas visitas, con temas que yo crea son de algún interés o sirvan de alguna manera.

Retomando el tema, las cosas del Kárate o de Japón, es el monotema de éste blog. Muchas son de Japón, por ello me animo a contar está vivencia del primer día. Pues a pesar de ponerme una y otra vez no paso de ahí, el eterno primer día (que en realidad fueron “dos días” y una noche, descansando escasas horas en el avión, dos días y una noche sin dormir…XD).

Antes de ir a Japón ya sabia de esta costumbre, amigos como Francisco José Carretero me la habían contado e incluso no la tenían muy clara…unos y otros me decían sus versiones, amig@s que viven en Japón me daban su versión. Los que habían probado no lo tenían muy claro y los que no, aún menos, eso si todos tienen una opinión. Pues lo mejor es probarlo y que sea lo que Dios quiera...

Pues vamos al tema, fue en el primer día a eso de las cinco de la tarde, una hora muy taurina en España. Templo de Sensôji, en Asakusa, dedicado a Kannon, que es la deidad de la Infinita Compasión y Misericordia, Bodhisattva con libertad perfecta en la facultad de contemplar las cosas y las personas y salvarlas del sufrimiento.

En éste poste o columna, había uan cola enorme de personas aguardando su riguroso orde para poder orar o pedir (ya me pierdo).

Con esta plaza, para lidiar la suerte ya el tema debería interesar…
Se llama Omikuji, es como a mí me habían dicho “un papel” que te dice si vas a tener buena o mala suerte. ¿Dónde se adquiere eso?. ¿Ande se compra?. Pues para empezar tienes que ir a un templo Sintoísta (yo estaba en el más indicado de todo Tokyo), de entre las muchas cosas donde poder “DAR” dinero, en otras tantas muchas cosas “para generarte suerte” y allí por lo general existe una muy especial.

Yo “di” por casi todas, precisaba mucha suerte y aún estoy buscándola…pero unas resarcían esa sed, otras eran intrigantes (como es esta), creo que lo mejor era probar todas las que pudiese medianamente comprender y sentir, a ver si algo, se podía percibir de alguna manera.

El corazón de Sensôji

La que más me resultó, fue la típica de ponerse en el frente del templo (edifico central, lo más parecido al altar) echar unas monedas, tras dar dos palmadas, juntar las manos en forma de rezo y a la vez cerrar los ojos con la cabeza inclinada pedir, pedir para tus adentros algo... Es posible que la gente diga, el colgado éste, como siempre flipando en colores. Pero fue algo interior y que repetí en cada templo que pisé (sentí algo y lo repetí constantemente en cada templo), y ante la mirada incrédula de muchos japoneses autóctonos. Les nombro así pero la realidad que muchos parecían turistas como nosotros o como yo, solamente un templo noté que la gente iba a venerar el pasado de manera especial (pero ese fue otro templo y otras circunstancias).

En muchas de estas ocasiones, me miraban y me hacían un hueco, en otras se reían y me señalaban con sus miradas. En todas ellas me sentía observado, incluso cuando estaba absolutamente solo. Era una sensación (además de una realidad), pues no se ve a nadie, pero siempre hay alguien vigilando. Sentía sobre mí miles de ojos clavados en todos mis movimientos y gestos, salía como cuando salía del Dojo de espaldas y saludando. Sorprendentemente siempre los de al lado me saludaban, y era como un saludo de respeto, sentía que ese saludo era interno. Aquella que se sonreía (mujer mayor) al pasar a su lado se giró y me saludo, con un saludo, que tras pasar ella seguía inclinada y sentía su mirada clavada a mí espalda un buen rato…sensaciones o realidad.

No divagando más el tema, en estos templos existe un “Oráculo de la suerte” en una especie de hucha donde se suele introducir los rigurosos cien yens, que nadie sabe si has metido menos…Yo metí cien que es lo que hay que introducir, y en una cajita que hay (metálica), por un orificio en una de las esquinas sale una especie de pajita o madera donde está inscrito un numero. Entonces con el numero y el kanji buscas la que te toca en un mueble con muchos cajones (diez finas de veinte cajones), busca el que te corresponde y abres el cajón “que te tocó” donde hay muchos papeles de esa número. Se coge “uno” y se cierra el cajoncito y ya está el dilema.

Será bueno o malo, es éste el dilema del tema. No es difícil si te lo explican bien, claro que los japoneses son como son, y he comprendido que hay veces como que quieren que lo aprendas y se pone muy pesados o veces como que pasan de ti, un rato largo.

Si el Omikuji es bueno, te lo llevas a casa y te traerá suerte.
Si es Omikuji malo, lo pones atado a unas cuerdas o ramas, que están muy cercanas al templo central. No vale cualquier lugar, ya están concertados y muy bien marcados cuales son.

Hasta aquí esta bien y es fácil, pero para dificultad de los gaijin (extranjeros y narizudos, como nos llaman), existen varios tipos, en total siete. Si cinco, el número mágico, el número completo. Dos malos o de “no suerte”.


Los siete Omikuji.

Diakichi (大吉):excelente
Chuukichi (中吉):muy bueno
Kichi (吉) :bueno
Suekichi (末吉):bueno, pero tarda un poco
Shyoukichi (小吉):ni malo ni bueno
Kyou (凶):malo
Daikyou (大凶):muy malo

Así que el 1º el “daikichi” que significa: muy bueno, excelente (gran suerte). 2º “chuikichi” es muy bueno, fenomenal (pues significa realmente media suerte). 3º “kichi” es bueno (suerte). 4º “suekichi”, es bueno pero tardío y éste numero no gusta nada en Japón (significa dos cosas, fin y futuro, eso de fin no me gusta mucho). 5º “shyoukichi”, ni es bueno ni malo (significa pequeño o menor suerte), como decimos por aquí que ni fu ni fa y cien yens menos. 6º “kyou”, malo (es lo que te dicen pero en realidad significa “peligro”, “calamidad”). 7º “daikyo” muy malo (gran calamidad o gran peligro).

Éste no es el mío, pues éste es malo kyou, a mi me tocó el número 79 y era KICHI (bueno).

Para más dificultad se numeran, ya estamos en números de la suerte (que esto es muy largo de explicar). Los números en Japón son muy especiales…

Si les hubiera tocado en la predicción, que ya sabemos que ES PARA TODO EL AÑO, los números de kyou o daikyo “malo o muy malo” el papelito hay que anudarlo a la rama del árbol, o cuerda y se queda en el templo. Los demás se pueden llevar a casa o se deben de llevar.

Ya explicado esto, parece ser que yo estaba de suerte. Primero la guía Soco, que estaba rezando mientras sacábamos el palito de la fortuna.

Me impacto mucho ese acto, ella con las manos juntas y rezando…¡¡si el papel era para mí!! ¿Qué será cuando sea para ella?... Cuando ella lo vio aplaudía diciendo que era buena suerte y que ella rezó para que saliera un bonito número. Me quede muy sorprendido de su generosidad y su manera de pensar…No queda aquí la cosa, es que ella es cristiana, católica y apostólica romana. Vamos que no tenía yo bastante desconcierto como para que ella me diese aún más.

Su forma de ver el Japón era muy distinta…nos enseñaba lo típico de los templos con una rutina muy normal, pero cuando veía una iglesia se entusiasmaba en demasía, no dejaba de señalarlas por donde las veía (estas eran edificaciones modernas) y nosotros estábamos más por los templos y santuarios más que por las iglesias cristianas. Quizás ella pensaba que somos tan cristianos devotos como ella…(^_^).

A mí el parece ser me sonrió la fortuna y salio un buen número, "ya vermos como dijo el ciego", a ver que ocurre en todo el año, de momento va bien a pesar de tantas cosas en éste año 2009.

Pensar más en un “oráculo”, en todas sus acepciones y así podremos ver algo más. Como si fuese una profecía, un vaticinio o augurio. Eso si, pensándolo siempre como un “oráculo de la suerte”. A mí acertó bastantes cosas, pudo ser casualidad, como el horóscopo diario del periódico, casi siempre da y cuando no da, no pasa nada.

En todos los templos sintoístas, podías comprar muchas cosas y casi todas eran para la suerte, la protección, buenos augurios, etc. Quien cree que todo esto es un notable gasto, no una inversión en la diosa fortuna. Pero la verdad es muy barato poder tener y conseguir todo esto llamado Suerte y más que contare…


Aquí podéis ver un video de cómo sacar el omikuji.
http://www.youtube.com/watch?v=5GCdwSxtj-E&feature=related

Antonio Milla Jiménez. Albacete 19 de febrero de 2009.