domingo, 8 de febrero de 2009

空手の型


空手の型
Kata en Karate


La palabra kata asume mucho más que un contexto de entramados movimientos y gestos particulares de un arte. En sí es un simbolismo donde establece modelos de aprendizaje mediante, repeticiones técnicas entrelazadas. Las cuales avanzan conforme se mejora la técnica y el nivel de aprendizaje va aumentando.

Las artes marciales en general aplican este método de enseñanza, que bien mirado tan solo es un simple protocolo de aprendizaje. Los kata en la enseñanza oriental concentran unas dosis importantes de simbolismo, misticismo y adoración. Todo ello unido a un interés en mejora espiritual y en especial el técnico.

Por ello los kata, no solo son patrimonio de las artes marciales, también de la ceremonia del Té, del Kabuki, de una simple ejecución gimnástica. Los orientales son ante todo “metódicos”, hasta tal extremo que convierten la pura rutina en un sistema organizado y ordenado de principio a fin.

Introducirse en el estudio del kata, es sumergirse en el conocimiento antiguo. Donde los valores actuales hacen a veces perder su significado prioritario. Cada kata aporta un trabajo, una historia y un sin fin de enseñanzas interiorizadas. La filosofía oriental hace que la practica, casi a diario de estos métodos de enseñanza y aprendizaje primero, de depuración técnica sistemática después, asimilación y entendimiento. Se convierta en una obsesión de hacerlo mejor cada vez, hasta el extremo de dominarlo absolutamente.

Hay casos de verdadera maestría del kata, donde los ejecutantes no sólo lo realizan impecablemente bien, le añaden grados de dificultad extremos, en equilibrio, velocidad o potencia. Todo esto está muy bien pero la verdadera intencionalidad es sentir, sentir el kata mientras se está ejecutando. Para ello hay que repetir y repetir, ya decían los antiguos maestros que hasta 10.000 veces el kata, yo creo, que con alguna más. Repetir y entender el movimiento y sus innumerables posibilidades de Bunkai.

Así es como llegaremos y entenderemos la realización del kata, de su sentimiento interno del kata y hasta la posibilidad de descubrir sus posibles aplicaciones de sus técnicas.

Antonio Milla Jiménez. Albacete 13, septiembre del 2007.