viernes, 9 de mayo de 2014

El Giri, ¿es una obligación con el maestro?.


De nuevo se esta retomando el tema en las redes sociales sobre el kárate tradicional, el kárate ortodoxo, el kárate verdadero.

De nuevo se toca y retoca el concepto japonés de Giri, al cual ya dedique una entrada sobre su sentido y significado. Tratando como siempre explicar primero su significado más literal y luego su sentido de reciprocidad entre dos personas.
 
 
En Japón, las relaciones interpersonales se ven muy influenciadas a unas ideas y unos pensamientos, concernientes con un esplendoroso pasado, y donde sistemáticamente se renuevan constantemente aquellos ideales, como “honor”, “deber”, “obligación”, et., estos sentimientos se entienden como GIRI 義理, en el “deber de la reciprocidad”.

 

Pero hay quienes lo quieren dogmatizar como algo “obligatorio”, para ello deberían concurrir las circunstancias y los modelos de conducta que existían en el Japón “tradicional”.

Cuando se habla de arte, en este caso las Artes Marciales la mayoría da más importancia que se dan en otras artes, ejemplo la pintura, el arte de Té, la escritura o la creación de Haikus, y muchas más. En todas ellas hay un maestro y un discípulo.

La gran diferencia que hay de aquí a allá, y de allí aquí. Es el entendimiento de “profesor” y el que se considera alumno.
 
En las Artes Marciales el que un alumno dejase a un maestro en Japón era motivo de afrenta y casi búsqueda de venganza obligatoria, por alumnos adelantados o simples compañeros. En diversos estilos en cambio podremos ver a numerosos y destacados maestros que estudiaron en dos o tres escuelas, y que terminaron creando su estilo propio. ¿Se les podría llamar traidores?...yo no lo creo.

En otros artes como la pintura, el dejar que te siguiese un discípulo era más, como aceptar “un ayudante”, él cargara con tus pesos, y realizará las tareas que tú como maestro quieras que haga.

Algunos se ofrecieron como discípulos de una escuela, y de dos, hasta de tres a la vez. Y eso sí que estaba mal visto, pues te estaban pasando un oficio, un estilo, una forma de trabajar para que lo continuases pasando y creando fama a ese estilo. Algunos de estos alumnos o discípulos, estaría mejor dicho, estuvieron años con dos o tres escuelas hasta tener un nombre o un estilo ya definido. Entre ellos el mayor y mejor de todos el pintor Katsushika Hokusai. Y algunos se atrevieron a denunciarle como “espía de las escuelas”, así que aprendía de un maestro dijésemos “oficial” que era el maestro Katsukawa Shunsu, y dijésemos un maestro secundario que era Kano Yusen Hironobu. Amenzas que se hicieron realidad y el entonces joven pintor fue expulsado de la escuela de Katsukawa Shunsu.

Hokusai fue un bohemio del siglo XVIII al XIX, en plena época Tokugawa repleto de valores tradicionales y de reglamentación feudal pura y dura. Pero tenía siempre presente la idea de ser pintor y mejorar día a día y obra tas obra. Eso le llevo a discrepar con los maestros, con estilos y tendencias, reinventándose una y otra vez, mejorando y desarrollando sus propios métodos en al pintura. Como todo genio, y este sin duda lo fue, llegó a hacer pinturas de 200 metros cuadrados, o pintar dos gorriones en un grano de arroz.  

Para crear arte y alcanzar el máximo nivel, estaba por encima de lealtades o mantenerse en los valores más tradicionales. Por ello fue alabado y calumniado al mismo tiempo, pero el creía en él mismo hasta el mismo día de su muerte.

 

 Pasando al kárate ejemplos muy similares tenemos en Mas Ōyama, empezó su instrucción en Boxeo occidental, lucha olímpica y Judo. Un día tras observar a unos estudiantes que estaban entrenando Karate, se interesó y fue a entrenar en este dojo, era la clase del maestro Gichin Funakoshi.

De lo poco que podemos encontrar es que Ōyama Masutatsu dijo del al maestro Funakoshi, como la persona que le enseño la diferencia entre ser luchador y llegar a un Budoka.
 
Ōyama Masutatsu dejó al maestro Gichin Funakoshi y se marchó a entrenar con un compatriota coreano So Nei Chu, que practica un estilo muy diferente, el Gojuryu de Okinawa, un alumno directo de Chōjun Miyagi. Para terminar entrenando solo en las montañas durante año y medio, y llegar a ser considerado uno de los creadores de los estilos modernos de kárate. En 1964 nombra a su estilo Kyokushinkai.

 
Hironori Ohtsuka Wado Ryu Karate founder creator
Quizás uno de los karatekas más discutidos en este tema sería sin duda alguna Ōtsuka Hironori. Muy parecida a la historia de Hokusai,  con 6 años de edad empezó a practicar diversas artes marciales, con trece años entró en la escuela del maestro Yokiyoshi Tatsusaburo Nakayama, en la que comenzó el estudio de Shindo Yoshin Ryu Jujutsu, uno estilos de  jujutsu clásico japonés.

 En 1922, comenzó su entrenamiento con el maestro Gichin Funakoshi con el continuó hasta 1929. Hay mucho escrito sobre las discrepancias que hicieron que Ōtsuka continuase un camino separado de la línea de Gichin Funakoshi, pero también hay referencias que siguieron en contacto y este ayudó a Gichin Funakoshi, colaborando en los textos del que sería su libro más completo de Gichin Funaksohi “Karate Do Kyohan”.

Ōtsuka decidió aprender de otros maestros okinawenses, no sé el orden concreto, pero creo que primero con Kenwa Mabuni fundador del estilo Shito-ryu y después con Choki Motobu. Terminando Ōtsuka creando su propio estilo de kárate en 1939 registraba el estilo Wado Ryu.

 

Como ejemplos quedan muy claros, es una minucia para lo que ocurría en Okinawa en tiempos pretéritos. Donde los alumnos, y algunos internos, dejaban a sus maestros y se iban con otros sin más explicación. Otra cosa es que el alumno fuese expulsado o el maestro renunciase a él. En Okinawa era muy normal entrenar con varios maestros a la vez no existio un mercado comercial del kárate como existe hoy día.

Yo tengo amigos que a sus alumnos los han llamado “clientes”.
 
Es más para mí, la idea de alumno no es ese que entra el primer mes, el primer año. Si no, aquel que tras todos los años que lleva entrenando contigo sigue y continúa a tu lado. Entiendo el tiempo como el verdadero camino, donde a veces somos acompañados con alguno de estos alumnos un largo tiempo, pero al final o debería ser que el alumno se independice, como los hijos.

No se puede enseñar o trasmitir lo que uno buenamente sabe, pensando o estando dudando de la lealtad del alumno. Sí, ha pagado el mes y cuantos meses aguantara aún…si es un buen competidor y la gloria que nos aportará y reportará con sus medallas. La cantidad de danes que he sacado y la suma de los de mis alumnos. Yo no he tenido tiempo, o quizás interés en saber cuantos cintos negros he hecho, seguramente pocos y si hubiese puesto más ganas habría el doble. Pero preferí enseñar y que los que llegasen fuesen sobrados, en cambio recuerdo que me suspendieron solo 4 alumnos.

No creo tener necesidad de agradecimiento de “agradecimiento”, en cambio yo sí siento agradecimiento por aquellos que me apoyaron y continuaron siempre conmigo.



El Giri 義理, es devolver el favor. Como su traducción más literal indica “justicia lógica”, una “razón de moralidad”. El maestro Taiji Kase, se refería a este concepto como “obligación contraída”, una lealtad a lo que te habían enseñado y que tenías el deber de trasmitir a las generaciones siguientes.

Giri se puede traducir como "deber" o " deber social " es uno de los grandes principios que regían la sociedad japonesa.S e basa en el equilibrio entre lo que recibimos de los demás y lo que nosotros damos, poner en una balanza ambas partes y que esta este igual en ambas partes. Es mantener un "equilibrio " entre las personas y permite mantener las mejores relaciones posibles . Si no se respeta esto puede crear un "malestar " en las relaciónes.
Este principio se basa en una regla simple que cuando algo que recibimos , tenemos que devolver algo de igual valor o superior. Hoy por hoy la sociedad nipona contiene varios Giri que una persona debe cumplir, con la familia, con la novia o esposa y con los compañeros de trabajo.
Giri Choco (義理チョコ), quizás la más famosa de la sociedad moderna japonesa “obligation chocolate”, se entrega a las novias en el día de San Valentín..

Si vemos habla del Giri como maestro, no hace referencia a la obligatoriedad del alumno a ser fiel y sumiso. Que sí se da en otras artes marciales muy tradicionales y creo que de ahí viene la historia.

Para terminar con la idea de que al final, ejemplo el maestro Gichin Funakoshi todos los alumnos acabaron abandonándolo con el tiempo, unos antes y otros después. Las líneas salidas del estilo del maestro Gichin Funakoshi, las distintas asociaciones, los diversos maestros y estilos. Al final hicieron como hacen los hijos y cada uno termina construyendo su propia casa.

Será ley de vida pero a poco que raspemos un poco esta presente en todos los estilos del kárate.

Supongo que la idea del kárate de los antiguos maestros okinawenses no era esta que se ha ido creando y sigue cambiando. Hay siempre como una lucha constante entre el kárate más purista y el kárate más moderno. Todos buscan su parte de razón, y se olvidan con mucha falibilidad que esto del kárate es un ARTE, y como tal evoluciona y continuará evolucionando mucho más.

 

Antonio Milla Jiménez. Albacete 9 de mayo de 2014.