miércoles, 24 de noviembre de 2010

Museo del ejército.


El domingo día 21 tras la gala del kárate regional, la mañana amanecía clara y con bastante viento, Toledo con día claro invita al paseo.


Toledo, ciudad Imperial, siempre invita al paseo y al descubrimiento, en esta vez muy asombroso. Los que allí vamos regularmente, ya conocemos prácticamente sus rincones, pero los museos cambian, hacen exposiciones itinerantes u otros lugares más recónditos que aún no hemos visitado, y aún quedan por ver.

Es sin duda alguna “CAPITAL TURISTICA”, donde prácticamente todos los Tour Operadores incluyen en sus guías. Quizás de la gran importancia Histórica de esta ciudad, la cual ha quedado un poco escondida en la historia, tapada por el polvo y la distancia en el tiempo.

Toledo posee suficientes alicientes para visitar y gastar cientos de fotos en miles de sus lugares, te tropiezas con la historia a cada paso y no hay que andar mucho, desde la misma entrada hasta el casco viejo. Así decidimos dar una vuelta a ver qué hay de nuevo.

Digo nuevo, pero está abierto desde el 20 de julio de este año, 8000 metros cuadrados de museo, ocho kilómetros de exposición. Es nada más y nada menos que el NUEVO MUSEO DEL EJERCITO.



Se abría de nuevo el Alcázar tras 14 años y donde se ha trasladado el antiguo museo del ejército de Madrid, a lo que ahora es “nuevo” El Museo del Ejército. Fue pasar por la puerta y ya corrían casi las once la mañana, la cola para entrar doblaba la esquina de la entrada principal.

Decidido a ver este “museo”, si o si, aparcamos e hicimos cola como buenos samaritanos, 5 minutos, no hay que pagar es totalmente gratis y la cola se evaporaba rápidamente, eso sí, conforme se entraba la cola se hacía más y más grande, los grupos de turistas no cesaban de llegar, parecíamos los únicos españoles…al menos dos grupos grandes de chinos, japoneses unos pocos pero iban en parejas, los chinos en grandes grupos con un guía chino y con unos auriculares todo tecnológico, que aunque alguno se retrasase seguía perfectamente las pertinentes explicaciones.

Bueno la visita duró casi tres horas y no pude ver todo lo que allí se expone. Es tanto que se sugiere se planifique bien que ver y en qué orden, así pues, comenzamos sin planificación y el orden de primero hasta que se pueda.


Comenzamos por la exposición temporal, que al fin y al cabo serán unos meses, así pasamos a la 1ª sala temática, donde de manera histórica muestra un recorrido por la historia de y la evolución en amplios periodos que han ido habitando la Península ibérica, creo recordar que comencé con una línea del tiempo desde el 35000 a.C. Las explicaciones con proyectores, ordenadores y mapas (mapas orográficos y topográficos) de plástico trasparente (dioramas) que se va iluminando según se avanza la historia y explica los avances de las culturas o sus batallas. Es un deleite que una pantalla te lo va contando con imágenes y un “mapa” te va guiando por la geografía según acontecían los hechos.


Una de las historias más impactantes se ve en formato de video, donde explica la Historia de Numancia, pongo este video para que se hagan una idea.




Según se avanza en la sala por la izquierda, la historia va discurriendo y se va explicando de las primeras armas de la historia, que como en todos los pueblos fueron de madera y después de piedra. La llamada Prehistoria, que no deja de sorprenderte, al darte de bruces con puntas de flecha de piedra, puntas de flecha de hueso, que siguieron con el mismo formato para hacerlas posteriormente de metales (bronce, hierro) y dio lugar al final de La edad de piedra.

Así entre explicaciones te metes en mitad de la sala done hay un jinete a caballo, impresionante, a tamaño normal, el caballo a toda velocidad y el disparando flechas, el realismo de su conjunto es tal que no dejas de pensar en hacer una foto.

Que me ha recordado a los Yabusame japoneses de inmediato.
FOTO: ARMAS & TÉCNICAS BÉLICAS DEL SAMURÁI.
1200-1877, CONLAN, TOMAS D.

Comienza en mi cabeza a pensar que ¿tendrá alguna exposición dedicada exclusivamente a los samuráis?.

Comenzamos a salir de la sala dejándonos valiosas explicaciones de los ejércitos romanos y sus batallas por la Hispania antigua.

Pasamos como al Hall o pasillos, acristalados que dejan ver que todo el edificio está construido sobre ruinas antiguas, aljibes y murallas de piedra de la Edad de Bronce, que dan fe de la antigüedad que estamos “casi pisando”, pasamos a una sala adyacente donde muestra la uniformidad del ejército ultramoderno y una tienda iglú, empleada por el ejército en el ártico, unas modernas escaleras mecánicas nos muestran la amplitud del lugar y su importancia.


Pasamos a angostos pasillos con exposiciones de uniformes, banderas, insignias, dinastías monárquicas, etc.


Es tanta la variedad de armas, por ejemplo de fuego, desde su inicio y una enorme colección del siglo XII, en un siglo la evolución de estas armas terminaba con la edad media.

Esta exposición me perdía un poco pues yo estaba muy interesado en ver las espadas y las armaduras de la edad media europea…¿me las habré pasado?. Así pasamos por los descubridores y sus navíos, donde hay una nave a escala de lo que ya era uno de los mayores buques de guerra y quizás el primero más grande del mundo con una barbaridad de cañones.


Ya un poco perdidos en años y siglos, pues conforme vas paseando según la sala que se visite es otro mundo y otra época, y fácil de sumergirse en ellas a poco que se observe y se lea.

Hasta llegar a la que recomiendo, la Exposición de Duque de Medinaceli, la mayor colección de armaduras que yo he visto jamás.


La sala impresiona por sus armaduras, tuve que preguntar por donde se hallaba, nada más entrar y de frente un caballero a caballo, con armadura hasta el caballo, asiendo una gran lanza. El caso del caballo llama mucho la atención, a la derecha se comienza a ver el primer expositor de armaduras y se ven cuales son de más rango inmediatamente, su trabajo de labrado en las planchas metálicas lo evidencian.



Esta exposición da elegancia, a pesar de sus muchas piezas, la composición y su orden realzan su importancia.


Después a otras temáticas, que se denomina Patrimonio Etnográfico, quizás solamente como muestra documental de que estuvimos allí los primeros (o casi los primeros) en América, Ocenaía y por supuesto por África.

Destacar las armas de Pacua, totalmente de madera. Para pasar a una sala muy pequeña donde esta representadas a manera de temática LAS CULTURAS ORIENTALES (no pude sacar ni una sola foto).

Así pasamos a una yyyy ¡¡¡ armaduras Samurais!!!.
En esta sala no pude resistirlo y saque unas cuantas fotos, la mayoría movidas. Pero puedo dejar alguna. Otras son sacadas de la red de redes…


El cartel de la entrada.


Dos armaduras de Samuráis.

Armas de Japón, una Katana, un Wakizashi y Arcabuces japoneses denominados Tanegashima.


Kabuto.

Ya comienza a ser enfermiza esta pasión por las armas japonesas, ya hace años pase la fiebre de Otaku, y creo que se ha quedado como crónico. Pregunto por la tienda del museo, mira por donde está casi en medio del recorrido, muchos libros llaman mí atención en especial dos de samuráis (no podía ser de otra forma), y algunas insignias, así que la de la casa real y el libro de samuráis.

Para mi sorpresa bastante económicos, 19 €, este ejemplar es muy completo y detallado seguro en las librerías vale más...

El calor del museo, el sentirte vagando por pasillos y salas, supuesta enterradas bajo el Alcázar, me dirijo a un ordenanza para saber si queda mucho para llegar al Alcázar, y él, me agarra del brazo y dando cinco pasos, me pregunta ¿Dónde cree que está usted?.


¡Dios mío en el patio del Alcázar!, me vuelvo y le respondo, bueno si yo he venido otras veces y…me dice olvídese y reténgalo ya en la memoria.

Ya no se pueden visitar ciertas partes, que antes si, y eran casi obligadas como el despacho del Coronel Moscardó, o la enfermería que estaba situada en los más hondo de la fortaleza. Creo que habrán sido decisiones políticas, pero no dejaban de ser partes de la historia aunque fuesen “partidistas”.


El patio del Alcázar nos reconforta con su aire frío, es un patio con una sola figura en el centro conmemorativa a Carlos V, de hecho él residió aquí. La escultura que es una copia de la existente en el museo del Prado en Madrid, de Carlos V dominado al furor, y situada en el centro con un escrito que dice “SI EN LA PELEA VEIS CAER A MI CABALLO Y MI ESTANDARTE, LEVANTAD PRIMERO A ESTE QUE A MÍ”.

La belleza de su patio, las escaleras al fondo son una obra de ingeniería y arte, se dice que la escultura es de 1555, pero es que el patio fue diseñado por Alfonso de Covarrubias hacia el 1550. La reconstrucción o remodelación de tan singular edificio se ve ha sido constante, en la historia de España pero ese modelo regio que tiene el Alcázar es monumental.


Dejando atrás “el patio imperial” regresamos a su interior y a la calefacción, el bullicio es generalizado hay muchísima gente y se ha hecho la hora de comer algo, pasando justo por los laterales del patio hay cuatro o cinco exposiciones más…

Ya es materialmente imposible verlo todo. Pero aún acierto a pasar rápidamente por una de “MONEDAS” y de nuevo me encuentro con una nueva armadura de Samurái. Desafiando a la seguridad hago una foto, la cual no sale muy bien y encima se ha dispardo el flash, viene seguridad y me pillan, solo para decirme que no se permiten fotos.




Pero pude sacar esta...una estupenda visita y con varias armaduras samuráis.



Salir a la calle y comienzas a andar y enfrente la primera tienda que visite de armas, espadas por todos sitios.

Toledo la “capital de la espada” se podría decir, será otra entrada.


Comer un restaurante centrico, vamos a 50 metros de la plaza de Zocodover y bajar la comida dando un paseo por la segunda mayor catedral de España, y es que Toledo es mucho Toledo.

Bueno si no os he convencido ver este video, que prácticamente es lo mismo que yo he tratado de narrar, una mañana de gozo echado en un pozo, yo me lo pase genial.