lunes, 8 de diciembre de 2008

VIAJE A JAPÓN PRIMER DÍA (3ª parte).


La hora de comer, Soco nos llevó a un típico restaurante japonés, un sótano en una avenida de Ginza, el autobús nos dejó y nos dio una hora de recogida. Un vreve paseo por las calles en el exclusivo barrio de Ginza. Es el barrio de la sofisticación, de “la gente fina”, vamos el barrio más caro de Tokyo y supongo de Japón.

Cuando Ieyashu trasladó la capital militar a Edo (Tokyo), el barrio era un pantanal y en el se asentaron los comerciantes y mercaderes, con el tiempo los tratantes de plata abrieron sus tiendas en 1612 se le dio el nombre de Ginza (que significa lugar de la plata).

Con la reconstrucción Meiji el barrio se remodeló de la mano del ingeniero ingles Thomas Walters dándole al barrio un aire occidental de ladrillo y cemento, hoy sus avenidas están repletas de galerías, Armani, Dolce & Galbana, Gucci, etc.

Te hechizan, luego ves los edificios famosos, los edificios de Sony y Toshiba, ya comienzas a no asimilar tanto y tan bueno junto, yo por entrar, entré en una de cristales o vidrios caros Svarowski y la tienda Appel.



La primera un cristal de nada valían millones de yens, y en la segunda, los precios muy por encima de los de aquí de España (la única salvedad era que habían modelos que aquí aún no están en el mercado).

Andando a toda prisa, pues Soco da pasos pequeños pero a una velocidad impresionante, en cuanto te parabas a enfocar una foto la perdías de vista. Así que fotos pocas pero buenas, de momento un Izakaya (bar-restaurante japonés entre rascacielos). El pequeño pasadizo entre el Izakaya y el rascacielos es el paso para un apartamento que hay justo detrás, vamos como irreales.

El Izakaya perdido...entre rascacielos.

El restaurante que nos dio de comer a toda prisa, donde la bebida no estaba incluida y que cada cerveza costaba 500 yens (3€), hay que decir que son como medio litro de cerveza. Platos de Tempuraてんぷら o 天麩羅, fritura rápida japonesa, en especial a los mariscos y vegetales. Cada trozo de comida debe tener el tamaño de un bocado y se fríe en el aceite muy caliente tan solo entre dos y tres minutos. Que suele comer acompañada de varias salsas a base de soja, con una pequeña porción de wasabi.
La comida después de casi dos días despiertos, parecía poca a lo que estamos acostumbrados a comer “otras cosas”, pero yo añoraba ya, mi sofá, esa siesta española, y era el primer día…aún queda más.



El grupo comienza a preguntar por el hotel, ¿pero tenemos hotel?. No, aún no. Salimos del restaurante y a patear otra vez Ginza, bueno de repente una pequeña tienda de katanas, jajajaja, una tienda de katanas en el barrio más caro de Japón. Como es de suponer millones de yens las katanas.

Se me paso el sueño de una, estábamos recién comidos en pudiese ser una de las tiendas más caras de katanas del mundo, nada para dentro y como es una tienda de lujo y al estilo japonés hay que descalzarse, ponerse unas babuchas, pedí permiso para hacer fotos y a fisgonear, armaduras, kabutos, katanas, yaris, etc. No me sorprendían los precios pues todos eran caros, si la gran diferencia entre ellos pues una podría valer 300.000 yens y la de al lado 1.500.000 yens, eso era ya motivo de comentario, ¡¡mira está, vale 400.000 más!!. Pero sabiendo un poco creo que era más caro por ejemplo las Tsubas, donde una sola valía 200.000 yens ¿?. O el Habaki que era de oro y salía de orbita, viendo lo que costaban estas piezas te puedes hacer que tipo de clientela venía a este local.

Para quien quiera visitar esta tienda o aquellos que ya estuvimos recordar estas piezas.

http://www.choshuya.co.jp/
http://www.choshuya.co.jp/sale/tousougu/fittings.htm



Como ya iremos viendo a lo largo de estas crónicas pasan cosas inauditas, que están ahí y que cuando ocurren, piensas ¿Cómo puede estar esto aquí?.

Pero estamos en el centro del barrio más lujoso de Tokyo.

Mata neee!!.