Hoy 15 de noviembre es día festivo en Japón y se celebra el Shichi -Go- San (七五 三).
Asakusa, Templo Sensō-ji. Tokyo (primer día de mi viaje a Japón).
Shinjuku, Templo Hanazomo. Tokyo (último día de mi viaje a Japón).
Esta festividad se cree que se origino en el período Heian entre la nobleza, como los pasos que los niños deben pasar de bebe a niño, de niño a chiquillo y de chiquillo a joven. La numerología en Asia dice que los números impares traen buena suerte y es por ello que escogieron estos años de paso para desear fortuna a los peques de las casa. En el periodo Kamakura de máximo esplendor de los samuráis es cuando se determinó el día quince de noviembre.
Con el tiempo en el periodo Meiji, se adoptaron estos rituales que se celebraban en las clases nobles y samuráis, y que también pasaron al pueblo llano. Lo que se hace hoy es vestir a los niños con ropas de nobles o samuráis, para desearles salud, bienestar y fortuna. Así a los niños de tres años se les deja crecer el pelo, antes se les pelaba al cero, los de cinco se les pone hakama y se visten como un noble o samurái, las niñas lucen bonitos kimonos. A los de siete se les hace un ritual llamado Obitoki, si de cambio de cinturón hasta esa edad llevan un cordón y a los siete se les pone un cinturón más ancho, y el padrino o abuelo les suele regalar una mini katana.
Es muy común verlo hoy en templos y santuarios sintoístas rezando y acompañados por sus padres, se cree que para expulsar a los malos espíritus, pero sobre todo para que los niños de tres, cinco y siete años tengan una larga vida llena de salud.
Se cree que esta festividad la dejó establecida el Shogun Tokugawa Tsunayoshi, que empleo todos estos ritos con su hijo Tokumatsu. Como las edades que va dejando atrás un niño, cumpliendo con la naturaleza en las poblaciones más rurales existen también muchas otras festividades o celebraciones con los niños y la naturaleza.
A los niños el padrino les regala una katana o un yoroi (armadura), como símbolo de fortaleza y poder, como si dijésemos aquí, para que sea fuerte o que tenga la "fuerza de un samurái".
Cuando estuve en Japón tuve la suerte de comprar uno de estos regalos que se hacen a los niños de cinco años, es un kabuto con su mueble de madera y varias cosas más. Además fue en estas fechas, por lo que puede sacar varias fotos a niños vestidos y cumpliendo con las tradiciones.
Dos niñas una de tres y otra de cinco, a las madres les hizo gracia que les pidiese permiso para hacer unas fotos.
La de tres su madre era occidental y ella rubia, y la niña de cinco era japonesa, una preciosidad.
Foto de Japón, 15 de noviembre de 2013.
Antonio Milla Jiménez. Albacete 15 de diciembre del 2013.
Un rito tradicional japonés donde se celebra y se festeja a
todos los niños que tienen siete, cinco o tres años. Se celebra su crecimiento
y su bienestar, muchos lo celebran hoy siguiendo las tradiciones de hace siglos
y la amplia mayoría lo hace en el fin de semana más cercano al día 15 de noviembre.
Acudiendo a los templos los niños con su familia, en al mayoría de los casos con su madre, a rezar y pedir por nuestros seres más queridos, y en especial por los niños de estas edades.
Acudiendo a los templos los niños con su familia, en al mayoría de los casos con su madre, a rezar y pedir por nuestros seres más queridos, y en especial por los niños de estas edades.
Asakusa, Templo Sensō-ji. Tokyo (primer día de mi viaje a Japón).
Shinjuku, Templo Hanazomo. Tokyo (último día de mi viaje a Japón).
Esta festividad se cree que se origino en el período Heian entre la nobleza, como los pasos que los niños deben pasar de bebe a niño, de niño a chiquillo y de chiquillo a joven. La numerología en Asia dice que los números impares traen buena suerte y es por ello que escogieron estos años de paso para desear fortuna a los peques de las casa. En el periodo Kamakura de máximo esplendor de los samuráis es cuando se determinó el día quince de noviembre.
Con el tiempo en el periodo Meiji, se adoptaron estos rituales que se celebraban en las clases nobles y samuráis, y que también pasaron al pueblo llano. Lo que se hace hoy es vestir a los niños con ropas de nobles o samuráis, para desearles salud, bienestar y fortuna. Así a los niños de tres años se les deja crecer el pelo, antes se les pelaba al cero, los de cinco se les pone hakama y se visten como un noble o samurái, las niñas lucen bonitos kimonos. A los de siete se les hace un ritual llamado Obitoki, si de cambio de cinturón hasta esa edad llevan un cordón y a los siete se les pone un cinturón más ancho, y el padrino o abuelo les suele regalar una mini katana.
Es muy común verlo hoy en templos y santuarios sintoístas rezando y acompañados por sus padres, se cree que para expulsar a los malos espíritus, pero sobre todo para que los niños de tres, cinco y siete años tengan una larga vida llena de salud.
Se cree que esta festividad la dejó establecida el Shogun Tokugawa Tsunayoshi, que empleo todos estos ritos con su hijo Tokumatsu. Como las edades que va dejando atrás un niño, cumpliendo con la naturaleza en las poblaciones más rurales existen también muchas otras festividades o celebraciones con los niños y la naturaleza.
A los niños el padrino les regala una katana o un yoroi (armadura), como símbolo de fortaleza y poder, como si dijésemos aquí, para que sea fuerte o que tenga la "fuerza de un samurái".
Cuando estuve en Japón tuve la suerte de comprar uno de estos regalos que se hacen a los niños de cinco años, es un kabuto con su mueble de madera y varias cosas más. Además fue en estas fechas, por lo que puede sacar varias fotos a niños vestidos y cumpliendo con las tradiciones.
Dos niñas una de tres y otra de cinco, a las madres les hizo gracia que les pidiese permiso para hacer unas fotos.
La de tres su madre era occidental y ella rubia, y la niña de cinco era japonesa, una preciosidad.
Foto de Japón, 15 de noviembre de 2013.
Antonio Milla Jiménez. Albacete 15 de diciembre del 2013.
