lunes, 1 de agosto de 2011

Los caminos de la perfección


VICENTE VALERO | IBIZA

El extraordinario momento de las artes marciales en las Pitiusas no se debe a la casualidad, sino a una historia que se remonta a los primeros años setenta y en la que han prevalecido la ilusión perseverante y la buena organización. Irene Colomar o Cristina Ferrer, por poner solamente dos ejemplos recientes de éxitos internacionales –ambas son campeonas de Europa– poseen, además del talento y esfuerzo propios, el compromiso de una asociación empeñada en mejorar cada día hasta convertirse en un centro nacional de referencia y que ahora ve recompensada su labor con el Premio Illes Pitiüses.

La asociación de Artes Marciales Samyd, Premio Illes Pitiusas 2011, se ha convertido en un referente nacional por su trayectoria de éxitos. Cuenta con más de 300 practicantes de edades comprendidas entre los 5 y los 70 años.El Samyd (Sociedad de Artes Marciales, Yoga y Deportes) nació en 1975, cuando un puñado de practicantes de kárate, judo y aikido, de Vila y de Sant Antoni, decidieron unirse para crecer y competir, bajo la tutela de un maestro muy especial con el que llevaban ya, casi todos ellos, algunos años practicando: el belga Marcel Boffin, segundo dan de kárate, judo y aikido, que había recalado en Ibiza como trabajador de la construcción (maestro de obras) en el año 1966.

El dojo Los Molinos, que dirigía Manuel Doncel, se había convertido ya, desde 1972, en uno de los primeros centros organizados para la práctica de las artes marciales, como también el dojo Kamakura, en Sant Antoni, dirigido por Francesc Ferreres y supervisado por el francés Pascal Bonomo, introductor del judo en Ibiza y otro de los pesos pesados de las artes marciales en las Pitiusas desde su magisterio en el Judo Club Ibiza, de ses Figueretes.

Precisamente también en aquel primer dojo de Sant Antoni ejerció como maestro otro personaje importante en la historia de la asociación: el francés Jean Benayoun, que había llegado por primera vez a la isla para realizar una exhibición de kárate. Bartolomé Vila Palau, Miguel Juan y Juan Cardona fueron los primeros presidentes del Samyd. En la actualidad –y desde hace casi dos décadas– lo es Josep Torres. Y el director técnico del club es Fernando Pérez.

El presidente Josep Torres, que fue alumno de Boffin y de Benayoun, se convirtió pronto también en el sucesor de ambos y, por tanto, en uno de los primeros profesores ibicencos de kárate del Samyd, junto con Vicent Ramón, alma mater de la sección de judo. Conocido empresario y político –ha sido conseller de Turismo y ahora diputado del Parlament balear–, Torres lleva casi 40 años practicando y enseñando kárate, y señala que el objetivo principal del Samyd ha sido siempre el mismo: «En infantil, la educación y la formación física a través de las artes marciales, con todo lo que supone de potenciar las cualidades en movilidad, conocimiento del propio cuerpo, equilibrio...; y en los adultos, el desarrollo de su propia personalidad. Resumiendo mucho, se intenta conseguir la perfección a través de las artes marciales, pero sabiendo que no lo conseguirás nunca, ya que lo importante es el do, el camino...»

Pero hay también una parte competitiva, la que precisamente ha hecho del Samyd unos de los clubs más galardonados y el más importantes de Balears, con un palmarés impresionante en los medalleros nacionales e internacionales. «Lo que hemos conseguido en las competiciones –afirma Torres– se debe a todas las generaciones de competidores que ha tenido el club. Quiero remarcarlo. Al equipo técnico, con varios entrenadores y monitores nacionales, y al director técnico, Fernando Pérez, que realiza una gran labor, coordina toda la faceta deportiva, empuja y está siempre donde hay que estar, como Vicent Ramón».

Actualmente, el Samyd cuenta con más de trescientos practicantes, aunque se cuentan por miles los que han pasado por la asociación desde su fundación en 1975. Hay alumnos de 5 años, pero también de 60 y 70... Se financia con las cuotas de los socios y las aportaciones de entidades diversas. Cuenta, además, con el importante patrocinio de la discoteca Space.

Y ya hay, entre los que practican las artes marciales, casi tantas mujeres como hombres. Precisamente las mujeres son las que más triunfos han cosechado en los últimos tiempos. «Seguramente –sugiere el presidente– porque, una vez que perseveran, lo hacen con mayor dedicación y esfuerzo, tienen más claro los objetivos que quieren conseguir».

Aunque el Samyd siempre acudió a las competiciones, ha sido desde la creación, hace algunos años, del Centro de Tecnificación, cuando ha podido competir más y en mejores condiciones fuera de la isla. «Ha sido un gran apoyo para poder acudir a las competiciones –reconoce Torres– y ha sido en ellas donde hemos conseguido nuestro mejor nivel, donde hemos abandonado nuestros complejos y hemos aprendido que podemos estar a la misma altura que cualquiera».

FUENTE: www.diariodeibiza.es/