sábado, 10 de noviembre de 2007

El Karate - Do y el Niño


















Contrariamente a lo que muchos suponen, la práctica del Karate-Do
en los niños no provoca en ellos violencia ni lesiones de ninguna naturaleza. Muy al contrario les hace conocedores de su capacidad para hacer daño y canalizar esa energía que les nace y crece a borbotones.

Es importante que desde pequeños aprendan, un principio fundamental, controlar el aspecto técnico muscular y la faz agresiva, además las clases se desarrollan en un marco de sano compañerismo y respeto mutuo. Donde la máxima rivalidad está en mejorar cada uno y por si sólo sin necesidad de rivalidades.

Por otro lado, está comprobado científicamente que la práctica de esta disciplina actúa en el niño como un eficaz y natural método para afianzar una sana personalidad.
En síntesis, el Karate-Do le brindará al niño:

Un eficaz sistema de defensa personal
• Coordinación de la psicomotricidad
• Destreza, reflejos y capacidad de reacción
• Descarga energética
• Desinhibición
• Disciplina
• Concentración
• Desarrollo intuitivo
• Dominio de sí mismo
• Voluntad y fe inquebrantables
• Humildad y tolerancia
• Responsabilidad
• Recreatividad
• Sentido de camaradería, respeto hacia sus compañeros y profesores, por extensión, hacia su familia y hacia la sociedad.


Y un niño apto física, psíquica y espiritualmente es un niño feliz,
preparado para enfrentar la vida y triunfar en ella. El Kárate sólo ayuda a ello.