Ellos desconocen de la importancia que tendrá esta disciplina en sus vidas y en especial en la formación de su cuerpo primero, y en su personalidad después.
Lo primero que ven, es la disciplina y el dictamen del comportamiento tan reglamentado que existe, pero una vez asumido, es algo rutinario y llevadero. Es verdad que la mayoría de abandonos, es por inadaptación a esas premisas o reglamentaciones. Aun así, cada vez se relaja más esa autoridad del profesor y se toleran actitudes, que no compaginan con la enseñanza ni el avance de la totalidad del alumnado.
La iniciación en los rituales característicos del kárate, precisan de tiempo y de aguante, es trascendental que los alumnos más aventajados muestren siempre el debido ejemplo con su comportamiento. Los saludos ceremoniales de la entrada y salida son imprescindibles, al maestro y al compañero. Son la antesala a la educación del arte.
La motivación de los niños precisa de grandes dotes de invención, de juegos o ejercicios que atraigan la totalidad de su atención. Para ir introduciéndolos de forma amena y natural en la formación física, en la práctica de las rutinas técnicas del kárate (al principio fácil, con los tiempos complejos), de manera que no se aburran y sean atraídos por su mejora y conocimiento de lo aprendido diariamente.
Como profesor, primar a enseñar más que habilidades luchadoras, enseñar a conocerse el cuerpo, a dominarse los ímpetus, a esforzarse en el perfeccionamiento constante. De manera sigilosa diría, a conocerse a uno mismo más interiormente.
La practica del kárate ayuda a mejorar la capacidad de aguante, a respirar, a concentrarse, a dominar la sicomotricidad, potencia la flexibilidad, fuerza, resistencia, tiene tantas preeminencias que sería difícil enumerarlas todas, (¿Y porqué no? también nuestras limitaciones). Estas nombradas creo son, las más prominentes.
Ayuda mucho la destreza del alumno, sus habilidades propias para la lucha, su capacidad de memoria e idoneidad retentiva de los diversos ejercicios o encadenamientos técnicos. Personalidad dispuesta y positiva.
El aprendizaje meticuloso y progresivo da prontos resultados en ambos sentidos, al aprendizaje y a la enseñanza. Cuando un grupo progresa adecuadamente, el ritmo de la clase es más dinámico y permite pormenorizar al detalle aspectos y conocimientos más importantes que en su contexto más profundo son, la esencia del kárate. Lo que nos llevará a unos resultados más aventajados del arte.
Otra gran premisa, es el aprendizaje en grupo, permite enseñanza posmólelo. Pues siempre hay en el grupo algunos que se aventajan y con su trabajo marcan directrices a seguir al resto. Forzándole su marcha y exigiendo un pronto dominio en destreza, para estar al mismo nivel o lo más similar posible.
Todas estas exigencias y esfuerzos, son solamente una meta inalcanzable de autodisciplina y constante mejora personal, por dominar la disciplina. Una lucha decidida contra una mismo y nuestras propias limitaciones, cuando los objetivos son logrados, se trasforma en forma de color. El grado ansiado, que una vez alcanzado, es muestra de que lo hemos logrado y que con un poco de empeño llegar a más.
La consecución del grado da una inyección de autoestima y moral al alumno, que le catapulta a alcanzar nuevas metas. ¿Quizás hasta a apuntase a un campeonato que otro y medir allí su nivel?.
Antonio Milla Jiménez.
Albacete, 2-Septiembre-07
Actualmente vivimos en una sociedad donde los adolescentes tienden con facilidad a los hábitos insanos (fumar, beber alcohol, drogas...) que añadido al sedentarismo precoz, estropea la salud de nuestra juventud. La principal causa por la que los adolescentes practican deporte, no es por el placer intrínseco que conlleva, ni por el hecho de ser beneficioso para su salud, el joven de hoy que realiza ejercicio físico, lo hace basándose en la competitividad y en la mayoría de los casos con el objetivo de ser una figura en ese deporte y ganar mucho dinero (este aspecto se ve fomentado frecuentemente por diversos factores: medios de comunicación, publicidad, opinión de sus padres y una pobre educación deportiva en valores). Los jóvenes que no destacan en la competición o que no tienen "grandes cualidades" para el deporte abandonan la actividad física en los últimos años de estudios obligatorios, (donde ya no tienen clases obligatorias de Educación Física) coincidiendo este momento con un aumento de esos hábitos insanos en el joven. El problema del tabaco, las drogas, el alcohol en los adolescentes debe atajarse incluso antes de las primeras edades de esta etapa del desarrollo evolutivo, y sin duda una de las soluciones más eficaces, es instaurar en el niño hábitos saludables como la actividad física, que sirvan de factor protector a este problema.
http://www.efdeportes.com/
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