domingo, 22 de marzo de 2009

SHINJUKU WASHINGTON HOTEL

Ya me he perdido, pero creo que es la quinta entrega del viaje a Tokyo, estamos aún en el primer día y aún no hemos llegado al hotel. Al Shinjuku Washintong Hotel. Ya eran dos días prácticamente de viaje con lo cual el cuerpo pedía a gritos una cama, sería a eso de las seis o seis y media. Cuando llegamos al hotel. La noche caía (recordamos a eso de las tres y media o cuatro), mientras recorríamos en Asakusa el templo de Sensôji. O sea que a las seis parecían las nueve de la noche. Todos ansiando tirarse en la cama, tras otra media hora en el reparto de habitaciones y la recogida de llaves. Yo en compañía de Javier Pineño en la habitación 1903. Eso es la 03 del piso 19. Tras deshacer las maletas (a todo correr) y una ducha rápida, en justo media hora todos abajo a dar una vuelta por la barriada. Vistas desde mí ventana del hotel (a la mañana siguiente). Hay que decir que este barrio se llama Nishi-shinjuku, es el barrio de los rascacielos el Manhattan de Tokyo. Si no fuese por que antes de viajar ya me había hecho la idea de cómo era aquello, no me sorprendí mucho. Todo estaba igual que había visto por Internet y los tantos documentales…al final, como que no te sorprende tanto. Vistas desde donde desayuné el primer día y el segundo, vamos todos...con estas vistas. A píe de calle en la puerta del hotel, Tocho dori y Minami dori Quizás lo que más me sorprendió fue el hotel nuestro, en comparación por las fotos parecía más chico y era enorme, lo que ocurre es que con los gigantes de al lado se antoja pequeño. Esta barriada de prácticamente seis calles, es lo que prácticamente se denomina Nishi-shinjuku. Sus enormes edificios muestran una idea del potencial de este país. Paseando por Tocho-dori Es muy raro ver tanto edifico gigantesco y a la vez ver tanta vegetación, muchos árboles, todas las calles con vegetación, hay parques y en todos los edificios jardines. Ese contraste de edificaciones y naturaleza sorprende. Los edificios que más me impresionaron, era el Tocho Mae. El gobierno metropolitano de Tokyo (vamos el ayuntamiento). Estando a tres minutos del hotel y no tuvimos tiempo de entrar a verlo, a quien se le diga…es el tercer edificio más alto de Tokyo con 243 metros. Los demás edificios me los iría memorizando poco a poco, más que nada por orientación. Que algunos conociendo el barrio se perdían con suma facilidad. Yo he visto el barrio cientos de veces a través de un medio muy bueno, el mapa de satélite de forma que se ven totalmente las calles, los hoteles, y ya hasta me había hecho listas de cosas para ver por allí.

El planteamiento estaba muy bien, la realidad es otra. Lo primero el mapa que se ve casi justo al revés, no me situaba ni a la de tres. La segunda que al estar en grupo y con una guía los itinerarios y las horas, no había tiempo para nada y si te despistabas, tocaba correr. Quizás lo más relevante del hotel sería su buena ubicación, sus habitaciones “justas” (casi pequeñas), sus tres restaurantes para desayunar (con buffet libre). Esto precisa una aclaración pues hay tres o cuatro restaurantes para desayunar y cada uno en una planta distinta. Yo siempre comía en el internacional, habiendo de todo. Pero para desayunar un cruasán y un café con leche y zumo de naranja cualquiera valía menos el japonés. Su comunicación con la estación más grande del metro, por donde dicen que pasaban todos los días mas de tres millones de personas (será en días de diario), la verdad que hay gente, pero nunca vi esas colas que empujan para que entren todos. También nunca cogimos en la hora punta.

A las nueve (el que estaba despierto) veíamos pasar a cientos de miles todos en rigurosa fila india (trajeados casi todos iguales), y todos por su lado de la acera, por la izquierda. Existe unos pasos subterráneos, unos pasillos, que unen el metro con el hotel vamos medía hora de paseo casi. Tiene varias orientaciones, para edificios como el Tocho, y otros hoteles. Para los de provincia (c´est moi), estaba chupado con carteles fáciles, Hotel Washintong. No había pérdida posible (que es uno de los miedos al viajar por estas latitudes). Ya es de noche y ahora llega lo más fascinante del viaje la primera cena…o mejor las primeras cenas ya que esa noche se ceno tres veces.
Antonio Milla Jiménez. A 22 de marzo de 2009.