viernes, 24 de julio de 2009

CHUS GARCÍA, EL PRIMER GUIPUZCOANO QUE CONSIGUE EL SÉPTIMO DAN DE KARATE EXPLICA 'EL CAMINO DE LA MANO VACÍA'




«El I+D del karate es la vuelta a sus orígenes» Alumno del otro único vasco que posee el Séptimo Dan, el honorable Félix Saéz quien sistematizó la enseñanza del karate, y también del no menos excelente Osamu Aoki, Chus García expuso ante una comisión técnica el trabajo con el que alcanzó su nuevo grado.

Irunés, profesor del gimnasio Sarylen, miembro de la Federación Vasca de Kárate y creador del departamento Karate Ryu Ha, que se propone volver a las fuentes de ese arte marcial originario no de Japón, como se cree, sino de China, Jesús ha dedicado 37 años de su vida a la investigación, práctica, enseñanza y estudio de lo que en realidad es algo tan inabarcable como el camino kármico de la mano vacía: Karate-Do.

- Hay diez danes en el karate.
Y para conseguirlos se debe permanecer en cada uno de los grados tanto tiempo como marca el siguiente escalafón. Para pasar del primer dan al segundo, estarás 24 meses practicando y estudiando y luego harás el examen. Tres años necesitarás para llevar el cinturón del tercer dan. Más examen. Por siete años habrás de atarte el cinto del sexto.

- Pero el Séptimo Dan no se logra a través de un examen.
No. Una asamblea lo concede (o no) por méritos adquiridos. Sin embargo, yo quise que mi paso a ser séptimo dan fuera acompañado de la presentación de un trabajo, una investigación práctico-teórico-histórica, de todas las épocas del kárate.

- Así pues, en el Centro de Artes Marciales de Donostia y en compañía de algunos de sus alumnos se remontó hasta el siglo XIII ¿Qué sucedió en aquel tiempo tan lejano?.
Los chinos ocuparon Okinawa. Llevaron con ellos sus maneras de combate, el Tai Chi Chuan. Maneras que acabaron mezclándose con las autóctonas. Maneras que al principio se llamaron Tote, la mano china. Eran tiempos duros aquellos.

- Señores feudales, cruentas guerras, ocupación de reinos...
Por lo tanto se peleaba cuerpo a cuerpo para matar o para proteger la propia vida. Los golpes eran contundentes, brutales, y el objetivo, los puntos vitales del contrario.

- Esos periodos de muerte se alargaron durante siglos.
El sistema duro de combate se extendería de 1378 a 1905. Entonces, acabado ya el horror, se abandona el jutsu, que sería el combate para la guerra, y se instaura el llamado sistema okinawense, más dedicado y destinado a la educación a través del combate, a la elevación espiritual del guerrero.

- Pero llegaría Pearl Harbour, ¡Tora, Tora, Tora!
Y se desecha de nuevo la educación moral del soldado. El enemigo no está en tu interior sino frente a ti. La mano vacía, por un tiempo abierta y letal como un sable, se cierra en puño. Los movimientos y las posiciones se amplían. El objetivo no es ya inmovilizar al contrario o la educación física del alumno, sino partir en dos a quien quiere no ya matarte (que también), sino arrebatarte tu fusil. Sin bayoneta, tu cuerpo ha de ser un arma total.

- Pero en la II Guerra Mundial no hubo combate cuerpo a cuerpo.
En las películas, no. En la realidad, sí. Además, la guerra no sólo la hacían los soldados en el frente. También los campesinos (sin armas) en las zonas que el enemigo ocupaba.

- 1945: Japón es derrotado.
Los vencedores prohiben todo lo japonés pero los grandes maestros se agarran al origen chino del kárate y su práctica continúa como un arte marcial deportivo, terapéutico, cuyos beneficios físicos y espirituales son innumerables. Su fama atraviesa fronteras y océanos. Pronto entrarán en juego en este mundo disciplinas como la fisioterapia o la biomecánica....

- ¿Y hoy, año 9 del XXI?
La vanguardia, el I+D del kárate, ha de ser la vuelta a los orígenes, a las fuentes. Preocuparse menos del oro olímpico y más de lo que significa Karate Do: El camino de la mano vacía.

Fuente: BEGOÑA DEL TESO
http://www.diariovasco.com/20090724/gente/karate-vuelta-origenes-20090724.html